Empezar un blog es como comenzar un libro. No sabes muy bien que poner, borras y volves a escribir varias veces, pero algo queres escribir si o si.
En esa situación estoy yo, sin saber sobre que carajo escribir.

Por fin despierta de mi letargo de llantos, risas, amores, confusiones, histerias, etc. Hoy puedo decir que "empecé a vivir mi vida".
Creo que tuve un largo periodo en el cual mis acciones eran ordenes, mis gustos eran elegidos y mis palabras repetidas. La famosa hipocresía, la estaba viviendo. Pero hoy estoy despierta, y no a causa de que un príncipe me haya besado, sino porque yo misma decidí hacerlo. Solo era cuestión de
voluntad, esfuerzo, valentía y dignidad. Decidí dejar todo lo malo atrás, volver a caminar, esquivando piedras con las cuales una vez tropecé. Construí un muro contra todo lo que una vez sufrí. Hoy puedo decir que me siento mas fuerte que nunca.
Hoy puedo decir que ya no veo el vaso medio lleno. También que no me veo afectada por lo que los demás puedan pensar de mi. Vivo a mi manera, quizás un poco rara, loca, como lo llamen mis amigas. Pero así voy por Buenos Aires, siendo yo. Por primera vez siento correr el viento por mi cara. Por primera vez me detengo a observar la luna o las estrellas.
Que absurdo se me hace pensar que si no hubiese puesto ganas en este cambio, moriría siendo un hipócrita.
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