miércoles, 16 de octubre de 2013

Las mil y una noches.

El rey ordenó a su visir que cada noche 
le llevara una virgen y cuando la noche 
había transcurrido mandaba a que la matasen. 
Así estuvo haciendo durante tres años y en la
ciudad no había ya ninguna doncella que pudiera
servir para los asaltos de este cabalgador. 
Pero el visir tenía una hija de gran hermosura
llamada Scheherazade... 
y era muy elocuente y daba gusto oírla. 

jueves, 10 de octubre de 2013

Confundismo

Cámara lenta. Cámara rápida. Confusión. Fuera de control.
Y de repente estoy yo. Dada vuelta. Camino con la cabeza y decido con los pies.
Cambio de plano.
Parque. Verde y mas verde. Flores. Alergias de primavera  y sol, sol, sol. Rayito de sol. Niños jugando. Risas por todos lados. Porrito en mano. Él. Tan lindo. Tapándome el sol. Agujero. Profundo. Me caigo y no logro agarrarle la mano.
Cambio de plano.
Militares. Muerte. Desapariciones. Lucha. Gritos. Tiros. Me persiguen. Corro sin saber a donde ir. Tropiezo. Me levanto. Corro. Corro. Corro. La plaza donde nos dimos el primer beso. Freno. Tiros. Sigo corriendo. La adrenalina no me deja pensar. Sigo corriendo. Al otro lado me espera él. Acelero. Tropiezo. Me atrapan. Me apuntan. Cierro los ojos.
Cambio de plano.
Confusión.
Y de repente estoy yo. Dada vuelta. Camino con la cabeza y decido con los pies.
Cambio de plano.
Mi habitación. Mi cama desordenada. Nuestra desnudez. Amándonos. Riendo. Beso. Caricia. Abrazo. Beso. Led zeppelín. Babe, I'm gonna leave you. Libros. Música. Por todas partes. Amor y mas amor. Nosotros. Dos en uno. Y todo se transforma. La habitación oscureció. Ya no somos uno. Soy yo acostada. Manos salen de la oscuridad para alejarte de mi. Desapareces. Solo yo entre cuatro paredes. Oscuridad. Llanto. Gritos. Manos me arrastran. Desaparezco.
Cambio de plano.
Habitación blanca. Gritos. Pelea. Discusión. Portazo. Te vas. Sola. Lloro. Lloro. Sin consuelo. Mi llanto se acumula. El agua empieza a subir. Habitación inundada. El agua sigue subiendo. Me ahogo. Nado hacia la superficie.
Cambio de plano.
Ahí estas vos. Me esperas en la orilla. Trato de nadar. Sonreís. Estoy ansiosa. Lucho contra el mar. Tu cara preocupada. Las olas me revuelven. No puedo llegar. Ola enorme. No puedo salir. No puedo salir. No puedo salir.
Cambio de plano.
Confusión.
Y de repente estoy yo. Dada vuelta. Camino con la cabeza y decido con los pies.


¿Cuántas veces mas te voy a perder?
Bohemian Rhapsody. Apago la alarma y comienza un nuevo día.

jueves, 3 de octubre de 2013

Bienvenido amor

Ahí estábamos los dos. Como un cuadro colgado en alguna pared de alguna extraña casa, quizás en alguna habitación, o en la sala de estar junto al fuego. Ahí estábamos, como la escena romántica de alguna película tonta de amor. Como alguna imagen que queda grabada tu mente al leer una novela romántica que la encontraste por ahí, entre tus libros viejos.
Éramos dos, o quizás tres, porque siempre hay terceros, pero eso parecía no importar. Porque después de tanto, al fin, creíamos ser dos. Unidos. Con tu panza y mi panza rozándose. La cama desordenada y nuestra respiración agitada. Y ahí quise el control. Quería tocar stop y detener el tiempo en esa escena, rebobinarla y verla mil y una vez. Te quería, quería todo de vos, todo para mi. Así de egoísta. Porque odiaría que otra te toque como lo hago yo y que tenga esos labios que son solo míos.
Tu espalda desnuda. Tocabas en la guitarra alguna bella canción que conocía pero que no sabía cual era. Y el velador dibujándote. Ese momento efímero lo volvería eterno.
Da pánico estar vulnerable, nunca nadie me sonrió así.
Estoy atrapada en este laberinto sin salida, y no sé si quiero salir. Estoy atrapada en vos.