martes, 2 de octubre de 2012

November rain

Suponíamos que era normal, o por lo menos yo. Y así el tiempo pasaba y ninguno decía nada, supongo que eso nos creímos. O quizás tantas eran las ganas de que eso sea normal que así lo veíamos. Pero después lo entendí, que sí, que era normal cuando esta situación era por un tiempo prolongado y se le hallaba una solución, pero nuestra situación no parecía tener arreglo. Las parejas suelen tener conflictos, peleas tontas y no tanto. Comprendí que estábamos en crisis cuando convivimos con estos conflictos por un mes, un mes interminable. Todo lo que podíamos arreglar en el hoy lo dejamos para el mañana, y así transcurrió ese mes, teniendo miedo del 'qué pasará' y postergándolo. 
Siempre fui tan cobarde, esa costumbre tonta que me invadía. Me costaba enfrentar la situación y lo único que podía hacer era echarte la culpa a vos. Convencerme que vos eras el que hacia las cosas mal y complicaba todo. Pero después entendí que una pareja se constituye por dos y que si la relación anda tropezando, la culpa no es solo del pie izquierdo, sino que de los dos. 
De chiquita era amante de las películas románicas. Me podía pasar un día entero frente al televisor mirando una tras otra. Creo que esa fue la fuente del problema que surcó ahora. Me las creí. Me las creí todas. Me sentía ridícula al pensar que los romances de películas podían ser reales. E intentando que nuestra relación sea como aquella película que de pequeña no paraba de mirar, fracasé y todo empeoró, supongo que la vida es así, que las cosas forzadas tienden a salir mal.
Los dos nos cansamos de hablar, vos volvías a la hora que querías y yo dormía todo el día, supongo que prefería soñar. 
Nunca dejé de tener la firme convicción de que en el amor siempre hay uno que ama mas, y claramente, ese papel me tocó jugarlo a mi. 
Por dejarlo estar, una simple discusión sobre donde estaba mi libro, hizo explotar la situación. Los dos por un momento, luego de insultos y echar culpas, logramos calmarnos, nos contemplamos en silencio y lloramos. Corrí hacia la habitación y me acosté en la cama dándole la espalda al techo. Lo siguiente que escuché fue 'Cause nothin' lasts forever and we both know hearts can change y supe que eras vos recostado a mi lado colocándome el auricular en mi oreja derecha. 
Miré por la ventana y por primera vez vi el sol.

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