jueves, 18 de octubre de 2012

Ver mirando.

Te mantenías intacta. Casi como una estatua, una escultura hermosa.
Con tu rostro agraciado y apacible, tu apocamiento y tu argucia, tu cabello bermejo,  me mirabas con tus ojos azules, con esa mirada intensa. Me penetrabas y me transmitías tu todo, compartías conmigo esa mundo de magia y fantasía.
Me enviabas imágenes sensoriales. Por un momento volví a ser vos, me encontraba en el jardín jugando, riendo, llorando. No sé si revivir eso fue lo que me hizo tocar fondo y desquebrajarme en el piso, o saber que nunca mas podría volver a ser esa niña que se reflejaba en el espejo.
Porque dicen que las personas cambian constantemente, para bien o para mal, asimismo dicen que los cambios siempre son buenos, pero nunca se puede volver atrás, uno no puedo volver a ser lo que era antes. Una gran aberración sería creer que podría volver a ser esa niña que se posa frente a mi en el espejo. Aborrezco la parte en la que Peter Pan quiere que Wendy se quede con el en El País De Nunca Jamas y ella decide volver. ¿A quién se le ocurriría volver? ¿Para qué volver? Uno de chico siempre juega a ser grande y uno cuando es grande quiere ser chico. ¿Quién entiende la vida? ¿Hay que entenderla?
Y justo en ese preciso momento el alba nos interrumpió y cuando volví a girar hacia el espejo toda tu beldad desapareció.

(parece que tendré algo en particular con los espejos que siempre fantaseo con ellos. Para mi tiene un significado especial, como que no fueron creados solo para ver lo linda o fea que estas, sino que te muestran otra realidad completamente, solo hay que aprender a ver mirando..)

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