3 de enero del 2003.
¡Ani, hermana mía!
Hoy cumplirías 42 años. Son las dos de la matina y no me puedo dormir.
Ayer, ¡por fin! terminé el C.D.
Un C.D. es como un disco para escuchar música. Vos no los conociste. Quiere decir un disco compacto, pero en inglés.
Hace dos años, empecé a buscar todas nuestras canciones por internet, las bajaba y luego las grababa.
Tampoco conociste la computadora, ni internet. En internet encontras todo como en el Aleph de Borges… ¡Bah! Todo no.
Todas las canciones que no estaban, las de la militancia, por ejemplo, las grabé en un estudio con gente que me hizo gamba.
Nuestras canciones de niñitas, preferí. en vez de bajarlas tal como estaban, que las cante Marian. A ella le divirtió mucho el proyecto.
Marian es mi hija. Tiene diez años. Se llama María ana. No podía ser de ninguna otra manera hermanita mia.
Nunca te habia escrito en estos 27 años. Y hoy voy a permitirme hacerlo con el desorden propio de la aparicion de mis recuerdos.
En realidad, si te habia escrito infinidad de cartas cuando recien llegue a España. Eran todas tan dolorosas que terminaba prefiriendo no mandarlas.
Cuando me enteré de lo que te pasó, ahí sí no pude escribirte más, sólo llorarte.
Tengo una laguna inmensa de esa época, sólo flashes que vienen y me paralizan.
Recuerdo que a fin de marzo del 76 me las pasaba en la cama queriendo dormir hasta mi regreso a Buenos Aires.
Después me entere de que los ultimos meses fueron tal cual.
Una noche sono el telefono. Mi vieja grito euforica “¡Rosa! ¡Qué alegria escucharla!”, para despues empalidecer y enmudecer.
Evidentemente no me quise dar cuenta de nada, porque en ese mismo momento dije: “Sera otra rosa, ¡qué va a hacer nuestra Yosa, hablando a Barcelona!”.
¿Vos podes creer que mi vieja lloraba desconsoladamente, se encerraba con mi viejo, hablaban en secreto, mi viejo buscaba tranquilizantes en los canastos aun no desarmados, Monik tambien lloraba y yo no preguntaba nada? Nada de nada.
Después, tiempo despues, no se exactamente cuando… Un dia… Vinieron a mi cuarto, se sentaron los dos a los pies de mi cama y Monik sobre la almohada con la cola al lado de mi cabeza. Habló mi vieja:
-Isa -Me dijo-, te tenemos que decir algo muy triste: Ani esta presa.
Si, presa, me dijeron… Todavía no existía decir desaparecida. Después de eso, no recuerdo demasiado, hay una nube negra que me comprime el cerebro, porque después me vienen recuerdos de cuando empece mis clases catalanas, y los días, meses, años que estuve totalmente dada vuelta por la falopa.
Cuando llegue aca, en el 84, despues de grandes charlas con tu vieja, los primeros sesenta dias de mi retorno los dormir en tu cama, tu vieja me ayudo en mi recuperacion. Su argumento fue demoledor:
-Isa_ Me rogó-. tuve muchas perdidas ya… No aguantaría nignuna más… Hacelo por mi, hacelo por ani.
Y bueno nada, ibamos todos los dias, ella conmigo, a laborterapia… A cursar Plastilina I. Regado de plantitas inofensivas II, Amasado de pan III… Y dejé la merca. Un año seguido con esos menesteres… Si, Ani, estoy escuchando como te cagas de risa…
En esas grandes charlas con tu vieja, un dia me conto como habia sido lo tuyo.
Aparentemente, salias de ingles ese horroroso 25 de abril de 1976… Caminabas por Ayacucho, y entre Marcelo Y. y Paraguay te diste cuenta de que te seguían… Empezaste a correr y te metiste en un negocio… Sacaste “algo”, asi me lo dijo ella, sacaste algo de tu “monedero”, te lo tragaste… tiraste tus cosas, y saliste nuevamente… Ahí, en la calle, te agarraron cuatro monos de los brazos y de las piernas y te metieron en el asiento trasero de un Falcon verde.
Tu vieja, Rosa y Marta reconstruyeron tu camino interrogando a todo los de esas cuadras…
Ellas siempre pensaron que lo del monedero había sido alguna carta que te resististe a quemar en su momento y que te comprometía seriamente…
Las asegure que no. Les conte lo de la piedrita de cianuro… No tengo dudas de que fue asi. Eso si recordaba perfectamente… Que cuando el pobre Capi (cayó poco depsues que vos) te la dio, vos la guardaste en tu monedero y yo la tiré.
Nos costó muchísimo tranquilizar a tu mama… Lloraba y decia que, perdidas las esperanzas de que algun dia regresaras, no tenia sentido alguno seguir viviendo… Nos cansabamos de decirle:
-No sufrió nada… No hubo torturas… Fue rápido…
Después, poco a poco, fue pensando en que no fue estéril su lucha en derechos humanos con las Madres de Plaza de Mayo, por todas las Anas que no llevaban cianuro consigo… Además, estarias en paz en el cielo junto a tu papá, aprobando el quehacer infatigable de tu mama, Rosa y Marta.
¡Tu viejo! Un cáncer de hígado lo llevó a tu encuentro a los seis meses de tu partida… Según tu mamá, ustedes están juntos y la guían desde allá.
Rosa se fabricó un pañuelo similar a tu primer pañal, lo lleva en la cabeza al igual que tu vieja, y no falta nunca a la Plaza.
La tía Marta largó los tacos de París y al novio Albert ¿Te acordás? Se puso mocasines cómodos y recorrió juzgados, morgues, ministerios, oficinas de milicos y todo lo que se te pueda ocurrir, para dar con vos. Está un poco vieja, pero divina. Ya no usa el delineador salvo cuando Marian la maquilla.
Lito vive en Brasil, En Morro do Sao Paulo, exactamente.
Lo vi por casualidad hace unos once o doce años, cuando vacacioné ahí.
Trabaja en un parador de la playa.
Cuando nos reconocimos, lloramos y lloramos y lloramos…
Casi no pudimos hablar… Le veía tatuado en el pecho “Ana” y no me podía consolar.
Te amó en serio, Ani… Doy fe.
Está soltero… Y drogón.
Con el que hablo a veces es con el viejo de Lito. Se vinieron con Dani, Andrea y dos críos en el 85. Armaron un estudio de arquitectura bastante vip.
La historia con Pedro. El papá de Marian, es larga… Te la contaré en la próxima carta, Lo conoci en Barcelona, en la facultad… ambos cursábamos simultáneamente Socio y Periodismo… y eso nos daba la ilusion de que eramos el uno para el otro… En realidad lo fuimos por casi quince años. Hoy, él allá y nosotras aquí.
Mucha gente, de la nuestra, esta desparramada por el mundo.
Me he econtrado los viejos compañeros en los lugares más insólitos…
Y muchos se perdieron en el camino, así como vos.
Hay una placa en el Colegio, con el nombre de los ciento treinta desaparecidos.
Está en el claustro central. Nunca puedo terminar de leer tu nombre completo.
El desconsuelo suele cegarme.
Marian te adora. Rosa le contó ademas de ser su tia, sos una suerte de hada madrina, angel de su guarda.
¿Sabes lo que hace la guachita? La otra vez la escuche y no lo podia creer… Resulta que Rosa queria ver su novela de las nueve, y Marian queria ver otra cosa (era viernes, dia en que se quedaba a dormir en tu casa) pero ademas queria verlo con Rosa y le rogaba, le suplicaba… Cuando por fin Rosa accedió a su pedid, Marian canto a viva voz:
-¡Se siente, se siente, Rosa presidente!
Me hizo cagar de risa…
Mentira, me desarmó por completo.
El C.D. tiene como cuarenta temas… Spinetta, Sui Generis, Vox Dei, Quilapayún, consignas varias, Maria Elena Walsh… Quedó muy bueno.
Bueno, hermanita, será hasta la próxima.
La próxima carta, la próxima victoria.
Nunca dejé de extrañarte.
Isa.