domingo, 2 de septiembre de 2012

Me caí de la vida.

Pensando.



¿Cómo se puede amar a quien no se conoce?
¿Cómo se puede dar amor si nunca lo tuviste?
¿Cómo te das cuenta que estas enamorado?
¿Cómo te das cuenta cuando es amor?
¿Cómo es el amor? ¿Existe? ¿Se puede tocar?
¿Qué es el amor?
Yo pensaba que era solo un corazón rojo dibujado en algún papel. Y por eso decía: ¡Con razón nunca me salió dibujar bien un corazón!
Pero ahora creo que es más que eso. Más que un par curvas y un lápiz rojo. O tal vez no lo sé y solo me imagino que el corazón tiene dos piernas, dos brazos, una cara y me habla. Me grita. Me pide que me despierte.  Con sus brazos me agarra y sacude, de un lado al otro, como si eso sirviera de algo. Lo que el corazón no entiende es que yo estoy despierta. Quien sigue en su letargo es él mismo. Y entonces se volvió todo muy gracioso, porque el mismo corazón quien intenta despertar a alguien, se desespera al darse cuenta que él es el dormido. Y entonces se rinde, no sabe qué hacer y tampoco tiene ganas de ponerse a pensar que está pasando o como despertarse. Y entonces decide seguir así, divagando… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario